Principales conclusiones
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- Durante las primeras cuatro semanas posteriores al suceso, la mente intenta encajar todas las piezas y procesar lo ocurrido y su papel en ello.
- Los recuerdos traumáticos suelen estar desorganizados y se almacenan en forma de fragmentos basados en la forma en que nuestros sentidos experimentaron el suceso: la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto.
- La mayoría de nosotros somos capaces de unir estos recuerdos sensoriales para formar una historia interconectada o un recuerdo del suceso, en lugar de vivir continuamente en el suceso.
- Es normal que experimentes síntomas y angustia emocional mientras procesas el suceso. Pero el procesamiento es importante para volver a un estado de equilibrio y bienestar.
- Recuerda que eres resiliente. La mente es una poderosa herramienta de autorecuperación.
¿Cómo empiezo a comprender mis pensamientos, sentimientos y recuerdos?
Presenciar una parada cardiaca y actuar para salvar una vida libera una descarga de adrenalina en el cuerpo, lo que aumenta la fuerza y la concentración. Cuando el peligro inmediato ha pasado y la adrenalina ha desaparecido del cuerpo, la mente puede empezar a procesar el suceso. Este proceso suele comenzar en los cuatro días siguientes al incidente. Durante esta fase y a lo largo de unas cuatro semanas, la mente intenta encajar todas las piezas y volver a un estado de equilibrio.
Cómo procesa nuestro cerebro el acontecimiento
Varias razones deciden cómo el cerebro da sentido a lo ocurrido y por qué ocurrió.
Cuando la adrenalina se dispara en el momento del suceso, altera la forma en que la mente procesa y almacena los recuerdos. Por ejemplo, los recuerdos cotidianos suelen almacenarse como un guión gráfico o una línea de tiempo. Pero los recuerdos traumáticos suelen estar desorganizados y se almacenan como fragmentos, no como una historia cohesionada con un principio, un nudo y un desenlace. Más bien, la mente registra los recuerdos del incidente basándose en cómo lo experimentaron los cinco sentidos. Por eso es frecuente tener recuerdos de un olor, una sensación física, un sabor o un ruido visual o auditivo concretos. Son "recuerdos sensoriales".
Construir la historia a partir de fragmentos de memoria
Cuando empezamos a juntar los fragmentos de memoria registrados por nuestros sentidos, es posible que nos hagamos preguntas sobre nuestras propias acciones y participación. Puede que revivamos, tengamos imágenes vívidas o recordemos un aspecto concreto del incidente que uno o varios de nuestros sentidos han registrado.
A veces nos sentimos desequilibrados mientras reconstruimos nuestra historia. Podemos pasar de un estado elevado de excitación o alerta a sentirnos con poca energía o emocionalmente insensibles. Durante esta fase, la mente intenta dar sentido a todo para restablecer una sensación de seguridad, de modo que pueda volver a su estado óptimo antes del incidente.
Puede ser un buen momento para hablar con alguien: un amigo o un familiar. A veces, encontrar nuestra voz para poner palabras a lo que sentimos puede ser difícil. Otros supervivientes han expresado sentirse aislados, incomprendidos e incluso invisibles, mientras luchan por articular su propio dolor.
Perspectiva de un superviviente: "No sabía cómo explicar a mi familia y amigos lo que estaba experimentando, así que utilicé un nombre para el lugar al que había ido. Lo llamé el Lugar Tranquilo. Era una cámara oscura y vacía donde no se pronunciaban ni entendían palabras. Si estaban allí, entraban y salían como un silencioso río Estigia que corría por mi cerebro. Era un lugar de pena y angustia".
Tras presenciar una parada cardiaca, es normal que la mente esté desorganizada y abrumada. A su vez, cómo nos sentimos, cómo pensamos y cómo razonamos puede verse afectado. Mientras trabajamos con los "y si..." y los pensamientos de "hubiera, hubiera, hubiera", podemos quedar atrapados en un estado distorsionado de negatividad. Estas distorsiones en nuestro pensamiento y las creencias resultantes pueden hacer que nos volvamos hipersensibles o que tengamos sentimientos de duda sobre nosotros mismos. Podemos pensar demasiado, reaccionar de forma exagerada o desencadenarnos por lo que antes era insignificante, provocando malestar emocional.
Por qué es importante el tratamiento
La buena noticia es que durante esta fase de procesamiento, la mayoría de nosotros somos capaces de escribir mentalmente la historia, formando un recuerdo organizado del suceso, en lugar de vivir en él. Esto nos ayuda a recuperar nuestro estado óptimo y equilibrado. La mente es una herramienta poderosa en la autorecuperación, y hay muchas técnicas que pueden ayudar.
Es normal y esperable que las personas experimenten algunos síntomas de angustia emocional tras presenciar una parada cardiaca. Los síntomas que se enumeran a continuación varían en función de dónde nos encontremos en nuestra ventana de tolerancia y de nuestro estado de excitación. Si los síntomas aparecen durante al menos tres días, pero no más de un mes, es posible que esté experimentando "estrés agudo", que es normal después de un incidente crítico.
Síntomas normales en los días y semanas posteriores al suceso:
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- Sentirse insensible o distanciado emocionalmente del incidente
- Imágenes recurrentes, incontrolables e intrusivas del incidente.
- Recuerdos recurrentes del incidente
- Incapacidad para sentirse positivo (feliz, satisfecho o querido).
- Pérdida de memoria e incapacidad para recordar ciertos aspectos del suceso.
- Evitar conscientemente pensamientos o sentimientos asociados con el incidente.
- Evitar personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos y situaciones que puedan recordar el incidente.
- Incapacidad para conciliar el sueño y permanecer dormido
- Sueños recurrentes sobre el incidente
- Se irrita con facilidad o tiene arrebatos
- Cambios sustanciales en la dieta
- Pérdida del apetito sexual
- Ser excesivamente atento
- Dificultad de concentración
La recuperación es habitual
Muchas personas se recuperan del estrés agudo una vez que se les aparta de la situación y se les proporciona el apoyo adecuado. Este apoyo puede adoptar la forma de comprensión, empatía por su angustia y la oportunidad de describir lo sucedido y su reacción ante ello. Algunas personas se benefician de describir su experiencia varias veces o de participar en un debriefing técnico del suceso. El personal de los servicios de emergencia, los amigos, los seres queridos o los líderes religiosos pueden proporcionar a menudo este apoyo. De lo contrario, los médicos u otros profesionales de la salud mental son de gran ayuda.
Es importante recordar que un incidente crítico es un acontecimiento. No define a una persona. Para algunos, participar en la acción de salvar una vida puede dar lugar a actividades positivas y de promoción para inspirar a otros a prepararse para la RCP.
Intenta ser paciente contigo mismo durante esta primera fase tras el suceso. Procesar el suceso es muy importante para volver a un estado de equilibrio y bienestar. Recuerda que tienes capacidad de recuperación y que no estás solo.
Fuentes
Guía de DEA y PAD comunitarios: https://www.peelregion.ca/paramedics/defibrillator-program/_media/community-aed-pad-guide.pdf
Gracias a nuestros colaboradores
Paul Snobelen, Kristin Flannery y Jennifer Chap
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