Principales conclusiones

    • El duelo prolongado es una afección en la que el intenso dolor inicial persiste durante mucho tiempo y afecta considerablemente a la vida de una persona.
    • Ciertas circunstancias de la muerte, como ser repentina e inesperada, aumentan el riesgo de desarrollar un duelo prolongado. 
    • Existen tratamientos eficaces, como el Tratamiento del Duelo Prolongado, que pueden ser muy útiles para una persona que lucha contra el duelo prolongado.
¿Por qué no me abandona esta pena?

La muerte de un ser querido es uno de los principales factores de estrés de la vida y puede cambiar radicalmente la vida de una persona. Aproximadamente una de cada diez personas en duelo lucha por adaptarse a una pérdida de este tipo y se siente "atrapada" indefinidamente en un duelo intenso: el tiempo pasa, pero su anhelo y su dolor no disminuyen. Esta condición se reconoce ahora como duelo prolongado. 

El duelo prolongado es una forma debilitante de duelo intenso que puede durar años o incluso décadas, afectando profundamente a la vida de una persona. Se caracteriza por una intensa añoranza del fallecido o pensamientos insistentes sobre él o la muerte, combinados con tristeza e intenso dolor emocional. El dolor se desencadena por los innumerables recordatorios de la pérdida, lo que lleva a una amplia evitación para sobrellevarlo. 

A veces, el shock inicial se instala y el doliente se siente emocionalmente insensible durante mucho tiempo. Las personas que sufren un duelo prolongado luchan por procesar y aceptar plenamente la muerte, a pesar de conocer los hechos o incluso de haber presenciado el suceso. Incapaces de salvar la distancia entre su vida anterior a la muerte de un ser querido y su realidad actual, acaban sintiéndose desconectadas de su propia identidad, sentido y propósito en la vida, así como de otras personas en su vida.

No podemos predecir quién desarrollará un duelo prolongado y quién no; sin embargo, conocemos algunos factores de riesgo. Por ejemplo, determinadas circunstancias de la pérdida hacen que sea más difícil procesarla y asumirla, lo que aumenta las probabilidades de que el doliente desarrolle un duelo prolongado. Por ejemplo, muchas muertes por parada cardiaca son repentinas e inesperadas, pueden parecer evitables o afectar a una persona joven. Todos estos factores hacen que afrontar la pérdida sea especialmente difícil.

Cómo puede sentirse un duelo prolongado

Sarah, la mujer de Adam, murió de un paro cardíaco repentino. Fue un shock total; ella era joven y estaba sana. Se habían casado hacía pocos años y eran felices construyendo su vida juntos. Adam estaba destrozado, pero no se sentía capaz de hacer el duelo porque tenía que cuidar de sus dos hijos pequeños. Así que aisló su dolor y cualquier pensamiento sobre Sarah y se centró en su trabajo y en mantener a la familia. 

 

Diez años después de la pérdida, Adam sigue sin creerse que Sarah se haya ido y siente oleadas de intensa tristeza y añoranza cuando le recuerdan a ella. Intenta evitar tales recuerdos, incluidos muchos lugares a los que fueron juntos e incluso las preguntas de sus hijos sobre su difunta madre. Aunque sigue trabajando y manteniendo a su familia, su vida carece de mucho más. No tiene energía para actividades sociales y es muy reservado. Sus hijos crecen, pero no se siente unido a ellos porque le recuerdan demasiado a su mujer. Le cuesta disfrutar de las cosas que antes le gustaban o imaginar un futuro con sentido. No hace más que seguir adelante mientras su vida se le escapa de las manos.

Cuando experimentamos la muerte de un ser querido, nuestro instinto inicial es protegernos de la nueva realidad dolorosa y no deseada. Esto puede adoptar la forma de protestar contra la realidad de la pérdida, luchar para creer que es verdad, soñar despiertos con escenarios alternativos en los que la muerte no ha ocurrido e intentar evitar el dolor y el malestar asociados a la pérdida. Aunque estas reacciones automáticas ofrecen un alivio temporal, pueden ser contraproducentes a largo plazo y desbaratar el proceso de adaptación a la pérdida, provocando un duelo prolongado. 

Sin embargo, a pesar de la persistencia del duelo prolongado, existen tratamientos eficaces, por lo que es aún más importante identificarlo. El Tratamiento del Duelo Prolongado es uno de los tratamientos más investigados para el duelo prolongado, y hay muchos clínicos en todo el mundo formados en este enfoque. Puede obtener más información sobre el Tratamiento del Duelo Prolongado y otros recursos para el duelo prolongado en Centro Columbia para el Duelo Prolongadoincluyendo la búsqueda de un terapeuta de duelo en su región.

Gracias a nuestros colaboradores

Marisol Rosales y Natalia Skritskaya

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