Principales conclusiones

    • Tras una parada cardiaca, los niños pueden sufrir cambios permanentes en su salud física, sus emociones, su forma de pensar y aprender, y su manera de relacionarse con amigos y familiares. 
    • Es frecuente que los familiares también experimenten cambios en sus emociones, relaciones, rutinas y capacidad para cuidar de sí mismos. 
    • Los niños y sus familias pueden experimentar un sentimiento de duelo o pérdida incluso si sobreviven a una parada cardiaca. 
    • ¡Hay un camino hacia la recuperación! Hable con su equipo sanitario sobre cómo controlar estos síntomas.
¿Cómo entender y gestionar las secuelas?

Recuperarse de una parada cardiaca puede llevar mucho tiempo. Parte de esa recuperación se produce en el hospital o en un centro de rehabilitación, pero la mayoría de las personas seguirán teniendo síntomas incluso después de salir del hospital. Algunos de estos síntomas pueden mejorar con el tiempo. A continuación le indicamos algunas cosas que puede vigilar y comentar con el médico de su hijo.

Síntomas del cuerpo

Una parada cardiaca y una estancia en el hospital suponen mucho estrés para el cuerpo y la mente. Los niños pueden experimentar síntomas que duran incluso después de salir del hospital. Algunos de ellos pueden ser:

    • Sus músculos pueden estar débiles y doloridos, especialmente si necesitan un tubo de respiración, un ventilador y/o sedación. 
    • Les puede doler el pecho, sobre todo si les han practicado la reanimación cardiopulmonar. 
    • Pueden tener lesiones en las manos o los pies por no recibir suficiente flujo sanguíneo. 
    • Es posible que no puedan respirar, tragar o comer por sí mismos. Pueden necesitar máquinas para vivir, como un ventilador o una sonda de alimentación.
      • Pueden cansarse con facilidad al realizar actividades que eran normales para ellos antes de la parada cardiaca. 
      • Pueden tener dolores o calambres musculares debidos a lesiones cerebrales o nerviosas. 
      • Es posible que no puedan cuidar de sí mismos o realizar actividades rutinarias como ir al baño de forma independiente. Es posible que necesiten ayuda para ir al baño o que necesiten pañales, incluso si ya sabían ir al baño antes de la parada cardiaca.

    La fisioterapia (PT) y la terapia ocupacional (OT) pueden ayudar a su hijo a desarrollar tanta fuerza como sea posible. Estas terapias suelen empezar en el hospital. Después de salir del hospital, los terapeutas se reunirán con usted en una consulta o en su casa, si su hijo requiere terapia continuada. Suelen darle ejercicios para practicar en casa.  

    Si su hijo tiene nuevas máquinas y tratamientos, como un ventilador o una sonda de alimentación, los enfermeros pueden acudir a su casa para ayudarle. 

    Recibir los tratamientos que necesita es una parte importante de la recuperación de su hijo. Las familias pueden sentirse abrumadas por el número de citas y terapias que necesita su hijo. Hable con su médico o equipo sanitario si cree que necesita más apoyo.

    Plan de acción

    Los síntomas físicos pueden cambiar con el tiempo. Puede hablar con su equipo sanitario sobre los síntomas que pueden aparecer. Pida a su equipo sanitario una lista de números de teléfono a los que llamar si está preocupado. 

    Si le preocupan los síntomas de su hijo, debe buscar atención médica. Debe comentar los nuevos síntomas con el pediatra de su hijo. En caso de urgencia, llame al 911 o acuda al servicio de urgencias más cercano.

    Síntomas de la mente

    Estar en el hospital es estresante para cualquiera. Esto es especialmente cierto para un niño que ha sufrido una enfermedad potencialmente mortal como una parada cardiaca. Tras una parada cardiaca, usted y su hijo pueden sufrir cambios en su salud mental.  

    Muchos niños tendrán sentimientos de alegría o gratitud por haber sobrevivido. A veces, los niños pueden desarrollar ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT). La ansiedad es un sentimiento de preocupación intensa. La depresión es una experiencia de tristeza y pesadez. El TEPT es una respuesta a un acontecimiento que amenaza la seguridad de alguien. Todo ello puede dificultar que los niños vivan su vida y prosperen. 

    La ansiedad, la depresión y el TEPT pueden ser diferentes en cada persona. Aquí tienes algunos síntomas a los que debes prestar atención:

      • Se comporta peor, tiene más arrebatos de conducta. 
      • Dificultad para dormir, tener más pesadillas 
      • Volver a hacer cosas que solía hacer cuando era más pequeño (chuparse el dedo, ser más pegajoso o apegarse más a ti). 
      • Mostrar más miedo, estar menos dispuesto a probar cosas nuevas 
      • Tomar decisiones más arriesgadas (consumo de sustancias). Esto es especialmente cierto en los niños mayores. 
      • Recrear la experiencia durante el recreo

    Puede ayudar a asegurar a los niños que están seguros. También puede ayudar darles espacio para que hablen de sus sentimientos con usted o con un profesional de la salud mental. Sobre todo, debe hablar con su médico o equipo sanitario si observa que su hijo presenta estos síntomas. Existen tratamientos para estas alteraciones de la salud mental.

    Cambios en el pensamiento y el aprendizaje

    Tras una parada cardiaca, el cuerpo y el cerebro de su hijo pueden sufrir lesiones por falta de oxígeno y nutrientes. Estas lesiones, y los medicamentos utilizados para tratar sus síntomas, pueden afectar a la forma de pensar y aprender de su hijo.  

    Las lesiones cerebrales graves también pueden provocar convulsiones. Las convulsiones pueden tratarse con medicamentos que pueden provocar somnolencia adicional.   

    Tras una lesión cerebral grave, su hijo puede perder habilidades que antes tenía, como hablar, seguir instrucciones, leer, escribir y estudiar. Su hijo puede ser incapaz de hablar o entender la comunicación del mismo modo que antes de la parada cardiaca.  

    Aunque su hijo no sufra una lesión cerebral grave, puede sufrir cambios en su forma de pensar y aprender. El mero hecho de estar en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, aunque sea por poco tiempo, puede cambiarle la vida. Es frecuente que los niños tengan problemas de memoria y atención después de estar en el hospital. Esto puede hacer que les resulte más difícil mantener la concentración en casa o en el colegio. A su hijo le puede resultar más difícil seguir el ritmo de las tareas escolares o domésticas.  

    La terapia puede ser importante para los cambios en el pensamiento y el aprendizaje (no sólo para los cambios en la salud física o mental). Pregunte a su médico y terapeutas si su hijo se beneficiaría de un tipo especial de terapia llamada "rehabilitación cognitiva". Puede ser beneficioso que un neuropsicólogo evalúe a su hijo para determinar si tiene dificultades cognitivas como consecuencia de la parada cardiaca. También puede ser útil colaborar con el colegio de su hijo para ver qué apoyos y servicios formales pueden estar disponibles.

    Cambios en las amistades y relaciones

    Una estancia hospitalaria puede tener un gran impacto en las relaciones y rutinas de su hijo. Su hijo puede ser menos capaz de participar en las rutinas normales, especialmente si tiene necesidades médicas continuas. Los retos pueden incluir:

      • Días de clase perdidos 
      • Incapacidad para practicar deportes u otras actividades. 
      • Tener nuevas discapacidades físicas, mentales o emocionales 
      • Necesidad de nuevos equipos médicos

    Los cambios de rutina pueden ser estresantes, sobre todo para los niños. Considere la posibilidad de colaborar con los profesores y entrenadores de su hijo para que le ayuden a encontrar formas de incluirlo en las actividades con modificaciones. También debería colaborar con su médico para decidir qué actividades son seguras para su hijo. 

    Las relaciones y amistades de su hijo también pueden verse afectadas. Los amigos de su hijo pueden preocuparse por cómo se está recuperando tras una parada cardiaca. También pueden tener preguntas sobre lo ocurrido, cuándo podrán volver a jugar juntos y si algo así podría ocurrirles a ellos. Puede ser útil hablar con las familias de los amigos de tu hijo para resolver sus dudas. 

      Afecta a toda la familia.

      Una estancia en el hospital puede afectar a toda la familia, ¡incluido USTED! Al igual que los sentimientos de estrés, depresión, ansiedad o TEPT de su hijo, los amigos de su hijo y su familia también pueden tener estos sentimientos. Es normal tener sentimientos de alegría y gratitud porque su hijo haya sobrevivido Y sentimientos de tristeza y miedo. A muchas familias les resulta útil recurrir a asesoramiento, terapia o grupos de apoyo para que les ayuden a adaptarse después de que su hijo haya sufrido una parada cardiaca. Puede ponerse en contacto con su médico para pedirle recursos. Póngase en contacto con su pediatra para que le explique qué tipo de apoyo puede estar disponible para los demás niños de su familia.  

      Muchas familias luchan contra los cambios en sus rutinas. Si su hijo tiene que permanecer mucho tiempo en el hospital o tiene nuevas necesidades médicas, puede resultar difícil ir al trabajo, al colegio o a otras actividades. También puede ser más difícil hacer planes de última hora debido a las necesidades sanitarias de su hijo. Si no puede trabajar, puede ponerse en contacto con su médico para hablar de los recursos de la Ley de Baja Familiar y Médica (FMLA). Asegúrese de que más de un cuidador está capacitado para atender a su hijo, sobre todo si tiene nuevas necesidades sanitarias. De este modo, podrá cuidar de sí mismo si se cansa o enferma.

      Unas palabras sobre el duelo

      Tras una enfermedad grave, como una parada cardiaca, es normal tener sentimientos de dolor y pérdida. Aunque su hijo sobreviva a la parada cardiaca, una experiencia que cambia la vida puede ser difícil para todos. Tanto para usted como para su hijo, estos sentimientos pueden ir y venir, fortalecerse o disminuir con el tiempo. Suelen ser más intensos en momentos importantes, como el aniversario del suceso o un acontecimiento importante como una graduación o un cumpleaños. Puede ser útil crear un espacio para hablar de estos sentimientos con su hijo y su familia. No dude en pedir ayuda a su médico o equipo sanitario.

      Fuentes

      Asociación Americana del Corazón. (2024). ¿Cómo es la recuperación tras una parada cardiaca? https://www.heart.org/-/media/Files/Health-Topics/Answers-by-Heart/Cardiac-Arrest-Recovery.pdf

      Manning, J. C., Pinto, N. P., Rennick, J. E., Colville, G., & Curley, M. A. Q. (2018). Conceptualizando el síndrome post cuidados intensivos en niños-El marco PICS-p. Medicina pediátrica de cuidados críticos, 19(4), 298-300. https://doi.org/10.1097/PCC.0000000000001476

      Recursos para niños y familias tras una enfermedad crítica. (sin fecha). Obtenido de http://www.afterpicu.com/

      Schonfeld, D. J., Demaria, T., Nasir, A., Kumar, S., Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health, & Council on Children and Disasters. (2024). Supporting the grieving child and family: Clinical report. Pediatría, 154(1), e2024067212. https://doi.org/10.1542/peds.2024-067212

      Departamento de Trabajo de Estados Unidos. (s.f.). Ley de baja médica y familiar. https://www.dol.gov/agencies/whd/fmla

      Gracias a nuestros colaboradores

      Annie Gula y Neethi Pinto

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