Principales conclusiones

    • El ahogamiento puede ir asociado a lesiones de leves a graves, como problemas respiratorios, cardíacos o cerebrales.
    • El tratamiento médico de las lesiones por ahogamiento puede incluir ventiladores, monitores cardíacos y medicación intravenosa, dependiendo de la gravedad de las lesiones.
    • Los profesionales sanitarios utilizarán diferentes pruebas y procedimientos, como análisis de sangre, escáneres cerebrales y pruebas de actividad cerebral (electroencefalograma) para evaluar la eficacia del tratamiento.
    • A pesar de todos los tratamientos o cuidados recibidos, es posible que su hijo no sobreviva al ahogamiento debido a graves lesiones pulmonares, cardiacas o cerebrales.
Mi hijo ha sufrido un episodio de ahogamiento, ¿qué pasa ahora?

El ahogamiento infantil se produce cuando un niño se sumerge en un líquido parecido al agua. Las lesiones por ahogamiento pueden variar en función de la situación, del tiempo que el niño haya estado bajo el agua y de cualquier afección médica que haya padecido antes. Cada caso es diferente. Los cuidados que reciba su hijo dependerán de sus necesidades específicas, del tipo de cuidados que necesitara inicialmente y de su evolución, sobre todo en lo que respecta a la respiración y la consciencia. Es posible que oiga a los miembros del equipo sanitario utilizar indistintamente los términos "ahogamiento" y "sumersión" para referirse a su hijo y a las lesiones. Significan lo mismo.

Ahogamiento de un niño

El ahogamiento es un suceso grave que puede ocurrir rápidamente, sobre todo en niños. Entender qué ocurre tras un incidente de ahogamiento implica varias fases de atención.

1. Después del rescate

Cuando se rescata a un niño del agua, el primer paso es comprobar si sigue respirando. Si no respira, el personal de emergencias le proporcionará respiración artificial, iniciará la RCP (reanimación cardiopulmonar) y le aplicará oxígeno para evitar lesiones mayores. 

En algunos casos, también puede utilizarse un desfibrilador externo automático (DEA) para que el corazón vuelva a funcionar. Tras el rescate inicial, el niño será trasladado al servicio de urgencias del hospital para una evaluación más exhaustiva. El equipo sanitario seguirá esforzándose para que el corazón lata y los pulmones respiren. Estas recomendaciones son coherentes con las directrices de la American Heart Association.

2. El curso hospitalario 

En el hospital, el equipo sanitario evaluará el estado del niño. Realizarán varias pruebas y observarán al niño para comprobar si respira bien y si hay algún daño desafortunado en el cerebro, los pulmones o el corazón. A veces, aunque el niño parezca estar bien al principio, puede desarrollar complicaciones más adelante, así que tenga cuidado. También dependerá del tiempo que su hijo haya estado sumergido en el agua y de problemas de salud anteriores.

    • Supervisión: El equipo médico vigilará de cerca las constantes vitales del niño, como la frecuencia cardíaca (la velocidad a la que late el corazón) y los niveles de oxígeno. Pueden utilizar máquinas para seguir estas cifras con monitores cardíacos y de oxígeno.
    • Pruebas: Su hijo puede necesitar pruebas como radiografías o tomografías computarizadas para ver si hay alguna lesión en los pulmones u otros órganos. Estas pruebas les ayudan a saber si los pulmones tienen agua o si hay otros problemas relacionados con infecciones. También es posible que analicen la sangre de su hijo en busca de signos de daño orgánico.
    • Oxigenoterapia: Si su hijo muestra problemas para respirar, recibirá oxígeno a través de una mascarilla en la boca y la nariz y, a veces, necesitará una mascarilla especial con presión positiva continua (CPAP) para ayudar a eliminar el agua de los pulmones. Esto ayuda a garantizar que reciba suficiente oxígeno mientras sus pulmones se recuperan. Si la lesión es grave o el niño no puede respirar por sí mismo, puede necesitar un tubo de respiración en la tráquea y un respirador artificial.
    • Gestión de líquidos y electrolitos: En ocasiones, el equipo sanitario administrará líquidos por vía intravenosa para mantener a su hijo hidratado, los electrolitos equilibrados y los riñones en funcionamiento. Esto es especialmente importante si su hijo no puede beber agua.
    • Controles neurológicos: El equipo sanitario comprobará con frecuencia la función cerebral del niño. Buscarán signos de que el cerebro de su hijo funciona bien o se está curando de una lesión. Los controles neurológicos buscan capacidad de respuesta y movimiento. A veces son necesarias otras pruebas para evaluar cómo se está recuperando el cerebro tras el ahogamiento.

3. 3. Proceso de recuperación

La recuperación tras un ahogamiento será diferente para cada niño. Algunos pueden mejorar rápidamente, mientras que otros pueden necesitar cuidados más prolongados o continuos. Usted y su hijo pueden experimentar lo siguiente:

    • Servicio de urgencias: Todo niño que sufra un ahogamiento será evaluado y observado en el servicio de urgencias. En caso de ahogamiento no mortal con lesiones leves o inexistentes, el niño puede permanecer en observación entre 6 y 8 horas antes de ser dado de alta. En caso de ahogamiento más grave, su hijo será ingresado en el hospital para observación continua, vigilancia estrecha y cuidados.
    • Observación: Los niños con lesiones moderadas suelen permanecer en el hospital en observación, a veces durante 24 horas o más. Esto permite al equipo sanitario vigilar cualquier lesión tardía o complicación.
    • Cuidados críticos: Si el estado de su hijo es grave, puede ser ingresado en una unidad de cuidados críticos. En esta unidad, personal sanitario especializado puede realizar un seguimiento y un tratamiento intensivos para garantizar que su hijo reciba el apoyo necesario para su recuperación. El ingreso en una unidad de cuidados críticos suele implicar una hospitalización más larga.
    • Rehabilitación: Tras el tratamiento inicial, algunos niños pueden necesitar servicios de rehabilitación para seguir recuperándose o recibir cuidados continuados. Esto puede incluir fisioterapia para recuperar la fuerza y la coordinación, así como terapia ocupacional para ayudar con las actividades diarias. También puede ser necesaria la logopedia si el niño tiene dificultades para comunicarse.
    • Apoyo emocional: Experimentar un ahogamiento puede ser traumático para el niño y la familia. Los hospitales pueden disponer de consejeros, especialistas en vida infantil o trabajadores sociales para ayudar a su hijo y a su familia a procesar lo ocurrido.
¿Cómo puede participar la familia?

La familia desempeña un papel crucial durante este periodo. Hay varias formas de apoyar a tu hijo:

    • Quédate cerca: Tu presencia puede ser reconfortante durante una experiencia aterradora.
    • Preguntas: No dude en preguntar al equipo sanitario sobre el estado de su hijo. Entender lo que está ocurriendo puede ayudarle a aliviar sus preocupaciones.
    • Fomentar la comunicación: Deje que su hijo exprese sus sentimientos. Hablar de su experiencia puede ayudarle a superar sus miedos y temores.
    • Cuidados de seguimiento: Después de salir del hospital, es importante seguir las instrucciones del equipo sanitario. Acudir a las citas de seguimiento puede ayudar en el proceso de recuperación de su hijo.
    • Incluya a hermanos y compañeros: Dependiendo de la edad de su hijo, los grupos de compañeros pueden ser útiles para la recuperación emocional del suceso. Los hermanos también se verán afectados por el suceso y es posible que también necesiten apoyo emocional.
Cuando la recuperación no se produce según sus expectativas

Por desgracia, no todos los niños se recuperan totalmente de un ahogamiento. En algunos casos, la falta de oxígeno en el cerebro puede provocar lesiones cerebrales graves o incluso la muerte. Si un niño no responde al tratamiento y muestra signos de lesión cerebral grave, las familias pueden tener que enfrentarse a decisiones difíciles respecto a su cuidado.

Las familias necesitan recibir apoyo durante este tiempo, ya sea de profesionales médicos, consejeros o grupos de apoyo. El duelo y el procesamiento de la situación pueden ser increíblemente difíciles, y buscar ayuda puede proporcionar consuelo y comprensión.

Fuentes

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Gracias a nuestros colaboradores

Kelly Bouthillet y Janice Tijssen

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